1 - El anisico casero (por José Félix Garzón). Si hay una bebida rural por antoniomasia, sin duda ésta sería el anís. Desde el Marí Brizár pa los paladares más esquisitos hasta el anís del Mono, que además trae de regalo una foto p'al deneí y un istrumento musical, una buena seleción de anises es tan importante pa un bar de pueblo como el espositor de casetes con Arévalo, los Tres Sudamericanos y Mariajesús y su acordeón. No ostante, el mejor anís que se conoce, es el casero, el anisico de toa la vida. No hay motivo pa andarse gastanto el capital en marcas, cuando con un poco de maña y un alanbique se pue hacer uno el suyo propio, mayormente. Además, este elisir artesano tiene propiedades casi milagrosas.
2 - Cartas (por Igor). Lo primero para poder jugar con cartas a ¡Gañanes!, aparte claro está de tener tu ejemplar del juego en sí, es comprender adecuadamente el funcionamiento de un sistema en principio tan diferente al planteado en el juego. A diferencia del juego a través de los dados, con las cartas no dependeremos tanto del azar, ya que podremos asegurar si así lo deseamos y las cartas en nuestra mano nos lo permite el éxito automático de cualquier acción. Por lo tanto el juego con las cartas tendrá un enfoque más estratégico, sin que por ello el azar no intervenga, pero estará más supeditado a tu capacidad para dosificar tus propias fuerzas.
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